23 dic 2010

Pronación y amortiguación

Las grandes marcas de zapatillas dedican ingentes cantidades de dinero a la investigación, se busca aumentar y mejorar la amortiguación y limitar la pronación.

La pronación se ha considerado como la ruina de los corredores y la causa de sus lesiones, las zapatillas se diseñan para limitar esta pronacion, es decir las zapatillas se diseñan para "correr alineados" y así evitar las temidas lesiones.
Aún así el porcentaje de corredores lesionados no ha parado de crecer desde la aparición de las acolchadas, hasta llegar a casi un 50% de los corredores cada año, con estos datos parece que la temida pronación no debería ser tanto problema o que las zapatillas no están consiguiendo su objetivo corrector o quizás ambas cosas..
Existen estudios que indican que las pequeñas variaciones en la alineación de las extremidades inferiores no son un factor de riesgo ni influyen en las lesiones. Aún más sorprendente es que también podemos encontrar estudios que señalan que las zapatillas con control de la pronación no producen "mejoras" ni sobre dicha pronación, ni sobre la rotación de las tibias.
Alguno dirá que no son estudios fiables, que no los publica la revista de turno, pero... ¿qué estudios son fiables, los que patrocinan las multinacionales del calzado? 
La conclusión parece clara, una zapatilla con control de pronación no nos hará correr más, ni mejor, ni evitará lesiones...



Pero la gran protagonista a la hora de hablar de zapatillas para runners es la amortiguación, los fabricantes se esfuerzan en hacerlas más y mejor amortiguadas para evitar lesiones, pero... ¿cómo es posible que amortiguando nuestros impactos con cámaras de aire, de gel o acolchamientos de última tecnología... nos lesionemos más?

Como he comentado en otras entradas, con la llegada de las acolchadas se modificó la pisada, hemos pasado de correr con los metetarsos o parte media a hacerlo apoyando los talones. Y como consecuencia de esto se reducen drásticamente los métodos naturales de amortiguación, disminuye la propiocepción, se atrofian partes fundamentales de nuestro organismo -tendón de aquiles, tobillos, metatarsos, dedos, gemelos, espalda, etc...-
El cuerpo con el acolchamiento percibe que ya no es tan importante amortiguar y se preocupa mucho más por intentar minimizar la vibración de tejidos blandos y huesos.
También aparecen malformaciones como los dedos en martillo, garra o mazo...y otras patologías como hongos y papilomas.
En definitiva, se subestima claramente al cuerpo humano y se intenta imponer lo que la técnica indica que es lo mejor.



Entonces, si nuestro cuerpo percibe que no es tan importante amortiguar será porque la zapatilla hace su función reduciendo el impacto. La respuesta, por desgracia, es no.


En la imagen se observa cómo es la fuerza del impacto entrando de talón (con y sin zapatillas) y de metatarso. Con la primera opción se producen dos picos, hay estudios que indican que el primer pico de fuerza es especialmente dañino y causa lesiones, pero lo importante a mi modo de ver es que no se reduce el impacto, de hecho con las amortiguadas estamos más tiempo en los máximos de la curva con dos picos significativos.
Por tanto, las zapatillas amortiguadas no demuestran ser eficaces ni en su tarea de controlar la pronación ni en la de amortiguar y como colofón consiguen que nuestro organismo deje de percibir el terreno de forma natural, permitiendo que ese fuerte impacto vaya directo a los tobillos, tibias, rodillas y caderas.

Como conclusión podríamos decir que el cuerpo es mucho más complicado e inteligente de lo que creemos o de lo que nos hacen creer, intentar modificar las pautas naturales con plantillas, zapatillas correctoras, etc... es dejar de escucharlo, impedir que este se adapte con sus fantásticos mecanismos y obligarlo a "correr correctamente", siendo seguramente peor el remedio que la enfermedad.

Y es que a nadie se le ocurre conducir su coche con las cadenas puestas en verano... andaría igualmente pero forzado, desaprovechando sus enormes posibilidades y recibiendo un desgaste importante en muchos de sus componentes.



Un saludo

2 comentarios:

  1. Siento contradecir tu postura, pero hay cientos (por no decir miles) de estudios que sostienen que hay ciertas anomalías anatómicas que cabe corregir con plantillas o con zapatos, como puede ser una dismetría.
    Creo que los argumentos que aportas son escasos para defender el minimalismo. ¿Y si, como es mi caso, tengo una dismetría de un centímetro? ¿Lo corregimos o escuchamos la sabiduría de nuestro cuerpo?
    Un saludo e interesante blog.

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  2. Hola anónimo,

    Los argumentos que aporto son sobre la amortiguación y la corrección de las zapatillas. Si encuentras un estudio serio sobre esto agradecería que me lo facilitaras porque no lo conozco.

    Curiosamente tengo una dismetría de 1,5cm y llevo dos años sin corrección alguna, corriendo descalzo y con minimalistas. Desde entonces no he tenido lesiones ni grandes molestias, cosa que antes no me ocurría ya que con zapatillas amortiguadas de alta tecnología (con controles de pronación y demás) sufría entre 3 y 4 lesiones al año. Entiendo que es difícil de creer pero es la realidad.

    Creo más en la compensación natural de nuestro cuerpo, aunque es evidente que si el problema es muy grande habría que recurrir a la medicina.

    Por cierto, se estima que en torno al 5% de los corredores necesitan corrección médica, hoy día creo que más de un 70% u 80% optan por correcciones bien en zapatillas, bien en plantillas.

    Saludos

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